jueves, 8 de septiembre de 2011

¡Levántate, se libre!

   ¿Alguna vez se ha hecho una pregunta y no ha querido escuchar la respuesta?  Son tantos los esclavizados que hacen esto constantemente...  Una pregunta que se hacen con frecuencia es, ¿qué hice para merecer esto?
 
No puedo definir cuantas veces he oído esta pregunta.  O cuantas veces he visto esa pregunta en los ojos inquietos de un alma desesperada.  Estados Unidos, México, Brasil, Cuba, Rusia, Japón, China o Corea son solo algunos de los destinos donde he encontrado estas almas desesperadas, esclavos de la desgracia, huérfanos de amor.  Son como sombras en el Mundo, pequeñas siluetas de carne y hueso que se aferran a su tristeza, al desaliento y a la autocompasión. Y cuando llega la oscuridad del día estas sombras desaparecen en lugares que muchos de ustedes jamás llegaran a ver en esta vida.  Muy pocas personas conocen las caras de estas sombras o sus nombres.  ¿Son intocables o inalcanzables?, ¿Quiénes son exactamente?, ¿Cómo sobreviven? o realmente ¿sobreviven? Lo que verdaderamente me despedaza el corazón es que la mayoría de estas almas están seguras de que ya conocen la respuesta; y esto los convierte en esclavos.  Creen que el abuso que han padecido, la negligencia y el abandono de sus familias… el dolor de una vida solitaria o tantas otras razones ocultas en su corazón son por culpa suya… Y piensan que a Dios no le importa.

Hoy más que nunca tú puedes contribuir a que estas sombras en el mundo conozcan la libertad que hay en Cristo.  Dios está buscando intercesores que realmente cambien la situación de vida de estas personas a través de sus oraciones… (Ezequiel 22:30)

Estamos viviendo en una época donde el Espíritu de Dios está atrayendo millones de personas a El mismo, simultáneamente en todo el mundo.  La iglesia está creciendo inmensamente en China, Indonesia, Corea, India, África y en los lugares más remotos.  Fueron muchos testimonios los que escuche de labios de Yi-Xiao, quien fue mi interprete en la Republica comunista de China, donde es ilegal el evangelio; el mismo ha estado preso en tres ocasiones por pastorear una iglesia de más de 4,000 personas en una caverna (artificial) subterránea que preparan los feligreses para  ocultarse a servir a Dios, tratando de no ser descubiertos.  Es muy impresionante el conocer que la iglesia oriental está siendo testigo de milagros y prodigios tan gloriosos como la resurrección de muertos y miles son libertados de las ataduras que esclavizan sus vidas, cientos son apresados y otros muertos todos los días por causa de Cristo, pero aun así son millones en el mundo los que proclaman que hay libertad en Cristo.

¡Levántate!  Se un intercesor y proclama tu también la libertad que hay en Cristo.  Vea usted, yo he descubierto que incluso en los niños más desesperados que viven en las calles, hay esperanza.  Puede ser tan solo una chispa pequeñísima, imposible de ver al principio.  Es por esto que solo el Espíritu Santo puede raspar cuidadosamente la costra de cicatrices, dolor, rechazo y sufrimiento que hay en estas sombras para poder encontrar la esperanza que habita en todo corazón humano. 
Este es el mejor momento para doblar las rodillas y proclamar que hay libertad en Cristo.


Nota: Para aquellos de ustedes que deseen contactar a este ministerio; 787.668.9325 ó 939.642.1807 email: doctorluisrodriguez@gmail.com

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