miércoles, 28 de septiembre de 2011

No hay pan en la “casa del pan”, solo migajas.

   En la iglesia moderna se ha perdido la prioridad de la presencia de Dios. Nuestras iglesias son como panaderías abiertas al público, pero no tienen pan para ofrecer. Y aun más no estamos interesados en vender pan. Solo se oye algarabía alrededor de los hornos fríos y de los estantes vacios. De hecho nos preguntamos, ¿será aquí o no?, y si es aquí ¿qué es lo que Dios está haciendo? ¿Hacia dónde va el Señor? ¿O solo estamos preocupados por barrer migajas imaginarias de panaderías que no tienen pan?

    ¿Qué le ha ocurrido al pan? La señal todavía se puede ver. Todavía llevamos gente a nuestras iglesias y les enseñamos los hornos donde solíamos hornear pan. Estos están aun en su lugar y los utensilios se encuentran allí todavía. Pero todo lo que pueden recibir son migajas de la visitación de tiempos pasados y de la última ola de avivamiento de la cual hablan nuestros predecesores. Ahora estamos reducidos a ser estudiantes superficiales de lo que esperamos experimentar algún día. Estoy cansado de leer sobre la visitación del pasado. Deseo que Dios irrumpa en cualquier momento de tal manera que en el futuro nuestros hijos puedan decir: “yo estuve allí, sé que es cierto”. Dios no tiene nietos por tal razón cada generación debe experimentar su presencia. Jamás se planeo que la repetición de los recuerdos del pasado tomara el lugar de la visitación fresca de su presencia.

   A través de todo el mundo encuentro templos con torres imponentes con rótulos llamativos en sus hermosas entradas pero el Señor no es bienvenido en esos lugares. ¿Por qué? Porque su programación, su dignidad y prestigio ante los hombres es más importante que la presencia de él. Aunque muy despacio, su pueblo sediento está cambiando. Algunos en su desesperación han descubierto que ya no les impresiona la imponente apariencia de un edificio o la elaboración variada de un programa humano. Tristemente aun son solo algunos; pero estos pocos, ahora buscan y anhelan el pan de su presencia de nuevo en la casa del pan (la iglesia).

   He soportado ya demasiados servicios, canticos y predicas sin vida y sin poder. He predicado muchos sermones que pudieron ser ungidos pero la inacción y la apatía de su pueblo provoco el parecer de predicar a una fría pared. Sé que hacia mi mejor esfuerzo aunque al final terminaba resignado a olfatear débilmente la fragancia de una ausente presencia. Todo lo que logre bajo la unción fue un poco de humo del lado equivocado del velo, cuando en realidad todo lo que anhelaba era deslizarme por debajo y contemplar la gloria de Dios del otro lado.

   Cuando el pan de su presencia es restaurado, muchos como Noemí que dejaron la casa del pan cuando los estantes llegaron a estar vacios regresaran rápidamente de Moab a Belén y no regresaran solos. (Rut 1:1-6) Estoy en espera de una nueva ola de avivamiento que traerá oleadas de personas no salvas a la casa del pan cuando perciban el aroma saliendo de los hornos celestiales a pan caliente. Yo sé, que hay mucho más de lo que hemos visto hasta hoy.                  

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Que impide tu crecimiento Espiritual?


     Cuando un niño tiene hambre no le importa de qué color es su cuna, ni si viste alguna ropa elegante. Cuanto tiene hambre no le importa su juguete favorito, ni las canciones que tanto le gustan. “¡Quiero que me den mi leche!” Eso es todo lo que le interesa.

     ¿Cómo puedes crecer espiritualmente? ¿Qué te hace falta? Es necesario que desees la leche espiritual de la misma manera que un recién nacido desea la leche de su madre. Pon a un lado todo lo demás. Echa fuera todas las demás  cosas y dedica tiempo a alimentarte de una saludable relación con Dios,  con el mismo anhelo con que un niño desea la leche.

     Necesitas dejar a un lado esos pequeños bocadillos de los que pudieras estar tentado, pero que en realidad no te ayudan a crecer más bien te afectan. Debes cultivar tu apetito por la relación íntima con el creador.
     Lo bueno es enemigo de lo mejor. Es por eso que no solo tienes que abandonar la maldad, sino también lo que parece bueno pero te impide alcanzar lo mejor; el crecimiento espiritual que Dios desea que alcances.
     Al formularme la pregunta que da pie a este artículo descubrí que existen más preguntas en relación a este tema que las respuestas concluyentes. ¿Como puede un creyente amar a Dios con sus palabras pero negarlo con sus hechos?, ¿Que misterio existe en la mente de aquel que conociendo su posible perdición decide sufrir las consecuencias?, ¿Cuanto camino debe dejar de recorrer el caminante para crear conciencia de su mal paso?,  ¿Donde están los héroes de la fe de este tiempo?, ¿Por qué  no despiertan ante  la necesidad apremiante de la leche espiritual? Luego de mi experiencia en el campo evangelístico y mis 17 años pastoreando me reafirmo en que es increíblemente inexplicable como un Cristiano conoce las respuestas pero sigue analizando las preguntas. Ocultando la verdad de su pobre desempeño en la calidad de su crecimiento, en el interior de la sustancia inmortal que da la vida y el aliento a todo ser viviente, el ALMA. La clave es el dominio del ESPÍRITU sobre el ALMA. 

    El alma contiene la voluntad, el intelecto y las emociones mientras que el espíritu tiene la esencia de la comunicación directa con el Soberano Arquitecto de nuestras vidas. El espíritu siempre está dispuesto a consumir la leche espiritual como el recién nacido gime con desesperación por lactar del seno de su madre. Finalmente te hago un llamado al análisis ¿Que impide tu crecimiento espiritual? Si encuentras las respuestas te encontraras con el primer día del resto de tu vida como un infante que comienza a descubrir… 

jueves, 8 de septiembre de 2011

¡Levántate, se libre!

   ¿Alguna vez se ha hecho una pregunta y no ha querido escuchar la respuesta?  Son tantos los esclavizados que hacen esto constantemente...  Una pregunta que se hacen con frecuencia es, ¿qué hice para merecer esto?
 
No puedo definir cuantas veces he oído esta pregunta.  O cuantas veces he visto esa pregunta en los ojos inquietos de un alma desesperada.  Estados Unidos, México, Brasil, Cuba, Rusia, Japón, China o Corea son solo algunos de los destinos donde he encontrado estas almas desesperadas, esclavos de la desgracia, huérfanos de amor.  Son como sombras en el Mundo, pequeñas siluetas de carne y hueso que se aferran a su tristeza, al desaliento y a la autocompasión. Y cuando llega la oscuridad del día estas sombras desaparecen en lugares que muchos de ustedes jamás llegaran a ver en esta vida.  Muy pocas personas conocen las caras de estas sombras o sus nombres.  ¿Son intocables o inalcanzables?, ¿Quiénes son exactamente?, ¿Cómo sobreviven? o realmente ¿sobreviven? Lo que verdaderamente me despedaza el corazón es que la mayoría de estas almas están seguras de que ya conocen la respuesta; y esto los convierte en esclavos.  Creen que el abuso que han padecido, la negligencia y el abandono de sus familias… el dolor de una vida solitaria o tantas otras razones ocultas en su corazón son por culpa suya… Y piensan que a Dios no le importa.

Hoy más que nunca tú puedes contribuir a que estas sombras en el mundo conozcan la libertad que hay en Cristo.  Dios está buscando intercesores que realmente cambien la situación de vida de estas personas a través de sus oraciones… (Ezequiel 22:30)

Estamos viviendo en una época donde el Espíritu de Dios está atrayendo millones de personas a El mismo, simultáneamente en todo el mundo.  La iglesia está creciendo inmensamente en China, Indonesia, Corea, India, África y en los lugares más remotos.  Fueron muchos testimonios los que escuche de labios de Yi-Xiao, quien fue mi interprete en la Republica comunista de China, donde es ilegal el evangelio; el mismo ha estado preso en tres ocasiones por pastorear una iglesia de más de 4,000 personas en una caverna (artificial) subterránea que preparan los feligreses para  ocultarse a servir a Dios, tratando de no ser descubiertos.  Es muy impresionante el conocer que la iglesia oriental está siendo testigo de milagros y prodigios tan gloriosos como la resurrección de muertos y miles son libertados de las ataduras que esclavizan sus vidas, cientos son apresados y otros muertos todos los días por causa de Cristo, pero aun así son millones en el mundo los que proclaman que hay libertad en Cristo.

¡Levántate!  Se un intercesor y proclama tu también la libertad que hay en Cristo.  Vea usted, yo he descubierto que incluso en los niños más desesperados que viven en las calles, hay esperanza.  Puede ser tan solo una chispa pequeñísima, imposible de ver al principio.  Es por esto que solo el Espíritu Santo puede raspar cuidadosamente la costra de cicatrices, dolor, rechazo y sufrimiento que hay en estas sombras para poder encontrar la esperanza que habita en todo corazón humano. 
Este es el mejor momento para doblar las rodillas y proclamar que hay libertad en Cristo.


Nota: Para aquellos de ustedes que deseen contactar a este ministerio; 787.668.9325 ó 939.642.1807 email: doctorluisrodriguez@gmail.com